El Parque de El Retiro que frecuentaba en mi adolescencia nada tenía que ver con el que ahora recorro con la cámara. Cómo han cambiado las cosas en el parque, donde ahora se respira buen ambiente, donde cualquiera que pasea por dentro lo disfruta.
Hacía muchos años que no pasaba una tarde sentado en su césped, pero desde hace unos pocos años he vuelto a descubrirlo.
Un abrazo