Buena parte de mis trabajos fotográficos van de la mano de escapadas con amigos. Y el mejor ejemplo de ello son algunas de estas tardes de verano en las que salimos con los niños a dar un paseo a última hora en busca de algún lugar con encanto que conocer. Y en esta ocasión, sin mucha esperanza de encontrar algún lugar interesante, terminamos yendo al lago de Carucedo, junto a las Médulas, lugar que nos sorprendió por su paisaje tranquilo.
Un abrazo